Las tarjetas de crédito son un medio de pago que permite comprar bienes y servicios sin necesidad de usar dinero en efectivo, y ofrecen beneficios como seguridad, comodidad, recompensas y financiación. Sin embargo, para que las tarjetas de crédito funcionen, se necesita un dispositivo que pueda leer la información codificada en la banda magnética o el chip de la tarjeta y transmitirla al procesador de pagos. Estos dispositivos se conocen como lectores de tarjetas de crédito, y han evolucionado mucho desde su origen hasta la actualidad.
En este artículo, te contamos la historia de las tarjetas de crédito, desde sus antecedentes hasta sus últimas innovaciones, con especial énfasis en su desarrollo en México y Latinoamérica.
Los antecedentes de las tarjetas de crédito
El concepto de crédito se remonta a la antigüedad, cuando los comerciantes prestaban dinero o mercancías a sus clientes con la promesa de devolverlos más tarde. Estos préstamos se registraban en tablillas de arcilla, papiros o pergaminos, que servían como comprobantes de la deuda.
Con el tiempo, estos comprobantes fueron sustituidos por otros medios más prácticos, como las monedas, los billetes, los cheques o las letras de cambio. Estos medios facilitaban el intercambio comercial y el transporte del dinero, pero también tenían inconvenientes como el riesgo de robo, pérdida o falsificación.
En el siglo XX, con el auge del comercio y el consumo masivo, surgió la necesidad de crear un medio de pago más seguro, cómodo y eficiente. Así nacieron las tarjetas de crédito, que permitían a los consumidores comprar ahora y pagar después.
El origen y la evolución de las tarjetas de crédito en el mundo
El origen y la evolución de las tarjetas de crédito en el mundo se puede dividir en cuatro etapas:
– La primera etapa (1914-1950) se caracteriza por el surgimiento de las primeras tarjetas emitidas por empresas privadas para sus clientes preferenciales. La primera tarjeta de este tipo fue creada por Western Union en 1914¹, pero no tuvo mucho éxito. En 1928, se lanzó la primera tarjeta para compras al detalle, llamada Charga-Plate², que consistía en una placa metálica con el nombre y la dirección del cliente grabados. Esta placa se insertaba en una máquina que imprimía un comprobante con los datos del cliente y del comerciante.
– La segunda etapa (1950-1970) se caracteriza por el surgimiento de las primeras tarjetas emitidas por bancos o asociaciones para uso generalizado. La primera tarjeta de este tipo fue creada por Diners Club en 1950³, inspirada por una anécdota de su fundador Frank McNamara, quien olvidó su cartera al salir a cenar. Esta tarjeta era aceptada en varios restaurantes y hoteles, y requería el pago total del saldo cada mes. En 1958, Bank of America lanzó la primera tarjeta rotativa o revolvente, llamada BankAmericard⁴, que permitía al cliente pagar una parte del saldo cada mes y generar intereses sobre el resto. Esta tarjeta fue el antecedente directo de Visa. En 1966, varios bancos se unieron para crear una red competidora llamada Interbank Card Association (ICA), que luego cambió su nombre a Master Charge y finalmente a MasterCard⁵.
– La tercera etapa (1970-2000) se caracteriza por la expansión global y la diversificación de las tarjetas. Las redes Visa y MasterCard extendieron su presencia a más países y regiones, compitiendo con otras redes locales o regionales como American Express, Discover o JCB. Además, surgieron nuevas modalidades y categorías de las tarjetas, como las tarjetas de débito, las tarjetas de prepago, las tarjetas de regalo o las tarjetas de fidelidad. También se introdujeron mejoras tecnológicas, como la banda magnética, el chip o el pago sin contacto, que aumentaron la seguridad y la velocidad de las transacciones.
– La cuarta etapa (2000-actualidad) se caracteriza por la digitalización y la personalización de las tarjetas. Las tarjetas se han adaptado a las nuevas tendencias y necesidades de los consumidores, ofreciendo servicios como el pago móvil, el comercio electrónico o las billeteras virtuales. También se han creado tarjetas más sofisticadas y exclusivas, que ofrecen beneficios como el acceso a experiencias únicas, el asesoramiento financiero o la responsabilidad social.
El desarrollo de las tarjetas de crédito en México y Latinoamérica
El desarrollo de las tarjetas de crédito en México y Latinoamérica ha seguido un patrón similar al del resto del mundo, pero con algunas particularidades y desafíos propios de la región. Algunos de los hitos más importantes son:
– El inicio de las tarjetas de crédito en México se remonta a 1968, cuando Bancomer lanzó su primera tarjeta llamada Bancomatic. Esta tarjeta era aceptada en algunos comercios afiliados, y requería el pago total del saldo cada mes. En 1970, Banamex lanzó su propia tarjeta llamada Carnet, que competía con Bancomatic. Estas dos tarjetas fueron las precursoras de Visa y MasterCard en México.
– El inicio de las tarjetas de crédito en Latinoamérica se remonta a 1971, cuando se creó la Asociación Latinoamericana de Tarjetas de Crédito (ALACRE), que agrupaba a los bancos emisores y adquirentes de la región. Esta asociación buscaba promover el uso y la aceptación de las tarjetas en los países latinoamericanos, así como establecer normas y estándares comunes para su funcionamiento.
– El auge de las tarjetas de crédito en México y Latinoamérica se produjo en la década de 1990, con la apertura económica, la estabilidad financiera y el aumento del consumo. Las redes Visa y MasterCard expandieron su presencia y su oferta en la región, compitiendo con otras redes locales como Carnet o Prosa. Además, surgieron nuevas modalidades y categorías de tarjetas, como las tarjetas co-branded, las tarjetas universitarias o las tarjetas oro y platino.
– La consolidación de las tarjetas de crédito en México y Latinoamérica se produjo en la década de 2000, con la incorporación de mejoras tecnológicas, como el chip o el pago sin contacto, que aumentaron la seguridad y la velocidad de las transacciones. También se introdujeron nuevos servicios, como el pago móvil, el comercio electrónico o las billeteras virtuales, que facilitaron el acceso y la conveniencia de las tarjetas.
– La innovación de las tarjetas de crédito en México y Latinoamérica se produce en la actualidad, con la irrupción de las fintech, que ofrecen propuestas novedosas y atractivas para los consumidores, especialmente para los jóvenes y los no bancarizados. Estas empresas ofrecen tarjetas de crédito con tasas preferenciales, recompensas como devoluciones de dinero o sorteos, y procesos ágiles y sencillos para solicitarlas y usarlas.
Los retos y las oportunidades de las tarjetas de crédito en México y Latinoamérica
Las tarjetas de crédito en México y Latinoamérica enfrentan varios retos y oportunidades para su desarrollo futuro. Algunos de ellos son:
– La inclusión financiera. Según datos del Banco Mundial, solo el 54% de los adultos en Latinoamérica tiene una cuenta bancaria, frente al 69% a nivel mundial. Esto significa que hay un gran potencial para ampliar el acceso a los servicios financieros, incluyendo las tarjetas de crédito, especialmente a través de las fintech, que ofrecen soluciones más accesibles y asequibles.
– La educación financiera. Según datos de la OCDE, el nivel de conocimiento y habilidad financiera en Latinoamérica es bajo, lo que limita la capacidad de los consumidores para tomar decisiones informadas y responsables sobre su dinero. Esto implica la necesidad de promover la educación financiera, que incluya aspectos como el uso adecuado de las tarjetas de crédito, los beneficios y riesgos que implican, y las buenas prácticas para evitar el endeudamiento o el fraude.
– La ciberseguridad. Según datos de la ONU, Latinoamérica es una de las regiones más vulnerables a los ciberataques, que pueden afectar la confianza y la seguridad de los usuarios y los comerciantes que usan las tarjetas de crédito. Esto supone el reto de fortalecer la ciberseguridad, que incluya medidas como el uso de tecnologías avanzadas, el cumplimiento de normas y estándares internacionales, y la prevención y respuesta ante posibles incidentes.
– La innovación tecnológica. Según datos de la CEPAL, Latinoamérica es una de las regiones con mayor potencial para el desarrollo de la economía digital, que ofrece oportunidades para mejorar la productividad, la competitividad y la inclusión social. Esto implica la oportunidad de impulsar la innovación tecnológica, que incluya aspectos como el desarrollo de nuevas modalidades y categorías de tarjetas, el uso de inteligencia artificial, biometría o blockchain, y la creación de experiencias personalizadas y diferenciadas.
Como podemos ver, las tarjetas de crédito son un medio de pago que ha revolucionado el comercio en el mundo, y especialmente en México y Latinoamérica. Su historia y evolución muestran cómo han ido adaptándose a las necesidades y preferencias de los comerciantes y los consumidores. Sin embargo, también tienen ventajas y desventajas que deben ser consideradas al momento de elegir y usar la tarjeta más adecuada para cada caso. Asimismo, existen retos y oportunidades que deben ser abordados para lograr un mayor desarrollo y satisfacción.